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Josep Arenas / Comunicación Social

Incertidumbre en la calle

Las elecciones serán, primero, en Cataluña. Alrededor de las fiestas navideñas quedará decidido quien es el próximo molt honorable president de la Generalitat. En primavera tendremos elecciones municipales y varias autonómicas. El calendario real de las próximas elecciones generales, que pueden ser adelantadas, dependerá en buena parte de dichos comicios.

Comienza un ciclo electoral ante una situación económica y social muy distinta. Nada será ya como antes de la gran recesión. No volveremos a la situación anterior al 2008. No nos engañemos. Aunque el ministro de Trabajo nos asegure que en tres o cuatro años volveremos a unos niveles de empleo equivalentes a los de 2007,  todos los expertos aseguran que eso no sucederá, como mínimo, hasta 2017.

Tenemos el voto y además nos expresamos mediante otros medios. La convocatoria de la huelga general para el próximo día 29 es un ejemplo. Tanto las próximas elecciones como las movilizaciones sociales expresarán la gran inquietud e incertidumbre ante el futuro. Un futuro en el que los padres temen no poder pasar el testigo de la prosperidad social conseguida, a sus hijos. Un futuro ante el cual el oficio de político necesita, más que nunca, ir acompañado de una actitud comprometida con los más desfavorecidos y con la verdad.

La calle quiere saber con claridad cómo está la caja de protección del bienestar: pensiones, acceso a la vivienda, prestaciones al desempleo, servicios sociales y asistenciales, acceso a escuelas infantiles. El trabajador quiere saber por qué tiene que trabajar durantes más años para ganar sólo igual o menos, durante la jubilación. En cuánto tiempo se prolongará su tiempo de trabajo.

La situación que ha sumado dos millones de parados más en España, está llevando aparejada una disminución creciente de la confianza en las instituciones públicas e incluso en los valores democráticos. Ante estos peligros, los representantes electos, en las futuras contiendas, tienen el reto de estimularnos con propuestas creíbles, actitudes honestas y objetivos equitativos.

Austeridad, expansión inversora, deuda, recursos públicos o privados, prioridades en los programas para personas mayores, para jóvenes, para el fomento de la natalidad, ayudas a desempleados, promoción del empleo. Explíquennos sus propuestas, señoras y señores candidatos. Devuélvannos la confianza. Explíquennos que, tras las sucesivas crisis y los sucesivos déficits, la situación es explosiva para el bienestar social y que nada será como antes y qué medidas piensan tomar en sus municipios, en sus comunidades, en el gobierno del estado.

La equitativa distribución de los recursos ante un futuro incierto es lo que nos inquieta. Y el compromiso con la verdad de dicha situación de quienes se postulan para los cargos públicos. No tanto si el candidato o candidata a va a ser Álvarez, Jiménez, Gómez, Torres o Masó, ya sea en Asturias, Madrid, Ribeira o Argentona.

Josep Arenas

1 comentario

Mar -

Se respira un ambiente de incertidumbre en la calle. Se necesitan políticos con claridad de ideas y valentía, capaces de decir las cosas como son. En cuanto a los temas sociales, una cosa es la teoría y otra la práctica.
Por otra parte hay falta de confianza en los medios de comunicación.
Buen artículo!!!