Blogia
Josep Arenas / Comunicación Social

Encuestas

Se publicarán muchas encuestas sobre los resultados de las próximas elecciones generales durante el próximo mes y medio. Algunas de las que he conocido vaticinan una mayoría absoluta. Veremos cuál es la decisión de las urnas el 20 N.

En cualquier caso será conveniente que, quienes resulten elegidos, tengan en cuenta lo que opinan los ciudadanos españoles sobre el reparto del presupuesto en asuntos sociales.

Será conveniente que tengan en cuenta qué opinan los ciudadanos sobre el papel del estado y el del individuo o de la familia en la provisión de apoyo social.  El papel de lo público y de lo privado.

Las encuestas pueden ser un instrumento interesante para conocer dichas opiniones, preferencias y prioridades. No me refiero por lo tanto a las encuestas sobre estimación de resultados electorales, con gran protagonismo en los medios, sino a aquellas que reflejan dichas opiniones sociales, cuya presencia en los foros públicos suele ser mucho más discreta.

Así, por ejemplo, tras la polémica sobre la Renta Mínima de Inserción, que se produjo en Catalunya durante el verano, como consecuencia de la política de austeridad en el gasto público, hemos sabido que la opinión ciudadana se manifiesta mayoritariamente (82%) considerando que: “Es responsabilidad de los poderes públicos proporcionar una renta mínima a todas las personas en situación de pobreza”. Si bien el 71%  considera que de dicha renta mínima “sólo se debe pagar a aquellos que se comprometen a realizar actividades de formación y reinserción social”. Son datos de un estudio del grupo de sociología analítica i diseño institucional de la UAB, financiado por  el Centre d’Estudis d’Opinió de la Generalitat, tras una reciente encuesta.

Otro ejemplo es el de la encuesta realizada para estudio sobre Individualización y Solidaridad familiar, de la Fundació la Caixa, que nos ofrece una interesante reflexión sobre el concepto de individualización. Un proceso que resume los cambios sociales producidos como consecuencia del cambio en el rol social de las mujeres, de la emergencia de la planificación familiar como norma que debe regular las decisiones sobre tener hijos, de la desaparición de la familia patriarcal y de la emergencia de la familia negociadora y del surgimiento de nuevas formas familiares.

Dicha encuesta nos apunta que: “La individualización, lejos de favorecer una emancipación cada vez más temprana de los jóvenes, ha facilitado que éstos permanezcan períodos prolongados de tiempo en el hogar de sus padres a fin de que su emancipación no implique una reducción de su nivel de vida. Al mismo tiempo, la individualización ha propiciado, respecto a los mayores, la pauta de convivencia conocida como «intimidad a distancia», en virtud de la cual los mayores viven en su propio hogar solos o en pareja durante cada vez más tiempo, pero manteniendo un contacto frecuente con sus hijos.”

Es más, según dicha encuesta, en España “la crisis económica ha ocasionado un reforzamiento de las normas de solidaridad familiar ante la desconfianza de que el mercado y el Estado de bienestar puedan proporcionar la ayuda que se necesita”.

Por otra parte si tenemos en cuenta que el desarrollo de nuestro Estado del bienestar se ha centrado más en la mejora de las pensiones y de las prestaciones sanitarias que en el desarrollo de servicios que ofrecen cuidados en el entorno familiar a personas dependientes o menores, resulta que dichos cuidados siguen teniendo que ser asumidos en buena parte por la familia, a pesar de los avances en la atención a la dependencia.

Es decir, dicho estudio constata que: la familia sigue siendo, en nuestro país una “reserva” para solucionar situaciones de “emergencia”.

En definitiva que, quiénes van a gobernar el país, según las encuestas electorales,  deben de estar atentos a las otras encuestas. Las que se refieren a los asuntos sociales y la adecuada asignación de los recursos, que a todos nos incumben. Una realidad bastante desconocida.

Josep Arenas

0 comentarios