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Josep Arenas / Comunicación Social

Austeridad y crecimiento económico y social

En un telediario de este 12M, escucho a un economista al que le preguntan si los indignados siguen teniendo motivos, después de un año del 15M, para seguir estando indignados, y responde que, si de verdad supieran lo que está sucediendo con nuestra economía, no solo estarían indignados, sino que más bien estarían aterrorizados.

Uno sigue preguntándose cuál es el futuro de nuestra juventud, tan preparada, y con tanto paro, en un país cuya economía, en recesión, no despega. Dónde de nuevo, se recortan recursos en Sanidad, Educación o Servicios sociales… Uno se pregunta cuál es la situación económica y financiera del país y cómo evolucionará nuestro sistema de bienestar. Pensiones, sanidad, educación, apoyo a la dependencia..?

La austeridad se ha convertido en la ideología que imprime la política y que, al parecer, permite cambiar los programas y promesas electorales. Uno no entiende este cambalache en el contrato entre elector y el político. Pero cada día se desayuna con alguna noticia inquietante. Un día se entera de que les han dejado inactiva la tarjeta sanitaria a varios miles de ciudadanos. Otro día le anuncian que un gran banco tendrá que ser nacionalizado. Y ya sabe que, igual que los jueves toma arroz, los viernes tiene recortes.

Durante esta semana hemos apreciado un cambio en el clima político en Europa. Los ciudadanos se han expresado en Francia y Grecia. En su veredicto aparece que la austeridad, omnipresente e impuesta, ha sido explícitamente contestada. Se ha producido un punto de inflexión. En ello coinciden miles de ciudadanos, hoy, en las plazas de las ciudades españolas, continuadores del movimiento 15M. Los ciudadanos demandan, democráticamente, gasto público, inversión, crecimiento económico, puestos de trabajo, prestaciones sociales.

Creo que esa política de austeridad, impuesta básicamente por Merkel, es rechazada por muchos ciudadanos de la Unión. Necesitamos saber la realidad de nuestra situación económica y el futuro de euro. Pero sobretodo el futuro del empleo y de nuestro sistema de bienestar. De momento no lo veo. Ya es hora de que los políticos dejen de jugar a darse la culpa los unos a los otros y escuchen y le hablen claro al ciudadano de a pie.

Josep Arenas

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