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Josep Arenas / Comunicación Social

España, por debajo de la media de la UE en gasto social

El volumen de gasto social en España durante el 2010 fue del 25,7% del producto interior bruto (PIB), casi cuatro puntos porcentuales por debajo de la media de la Unión Europea (UE), que se situó en el 29,4% del PIB, según datos publicados ayer por Eurostat.

A pesar de estar lejos de los países situados a la cola del gasto social, como Polonia (18,9%), Lituania (19,1%) y Malta (19,8%), España presenta un presupuesto social más bajo que Italia, Irlanda o Grecia que superan el 29% del PIB, e incluso Portugal le sobrepasa con un 27%. Francia (33,8%), Dinamarca (33,3%), los Países Bajos (32,1%) y Alemania (30,7%) encabezan esta lista. Eliminando las diferencias de niveles de precios entre los estados, España se sitúa al nivel de Grecia y ligeramente por encima de nuestros vecinos portugueses.

La oficina estadística de la Comisión Europea achaca a la crisis el incremento sostenido en el gasto social en el conjunto de la UE desde el 2007, año en que el gasto social marcaba registros del 26,1% del PIB y del 20,7% en España. Este crecimiento de los últimos cinco años se dispara en el apartado de las prestaciones de desempleo. Es aquí donde España se desmarca como líder en solitario, dedicando a esta partida hasta el 14,1% de todo el gasto social, ocho puntos superior a la media comunitaria, que a duras penas llega al 6%.

En general, sin embargo, son las pensiones las que concentran la mayor parte del gasto social, con un 45% del total, si bien la mayoría de países ricos de la UE contribuyen más bien a rebajar esta cifra y son estados como Polonia (61%), Malta (55%) o Italia (61%) los que hacen subir la media, mientras España se asienta en un 42,4%.

La sanidad y la dependencia representan la otra partida significativa, el 37,4% del total a niveles comunitarios y el 35,7% en el caso español, e incluso consiguen ser el ámbito prioritario del gasto en Alemania, Irlanda, Luxemburgo y los Países Bajos, todos ellos países aligerados por un cómodo y reducido volumen de pensiones.

Para los países nórdicos, el gasto en familias e infancia se confirma como una seña de identidad de su política de tradición socialdemócrata, todos ellos con una dedicación que sobrepasa el 11% del gasto social (la media de los Veintisiete es del 8%), niveles parecidos a los de Alemania pero distantes al 6% de España, el 4,6% de Italia o el 5,2% de Suiza.

Por último, Eurostat indica que las ayudas destinadas a la vivienda o a la prevención de la exclusión social se sitúan en un 3,6% en término medio. Es el doble que en España, un país al cual la Asociación Hipotecaria Española (AHE) atribuyó el pasado mes de octubre hasta 168.534 desahucios en los últimos tres años.

Si estos son los datos de 2010 y tenemos en cuenta que las previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) son que la tasa de paro se elevará desde el 25% actual hasta el 26,9%, unos 6,2 millones de personas (434.000 más que en la actualidad), es previsible que cuando Eurostat obtenga los datos de 2012 la situación sea todavía mucho más distante a la media europea. Bajando y en picado, claro.

Josep Arenas

 

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