Sensibilidad hacia la discapacidad
Hoy, los ciudadanos y ciudadanas con discapacidad y sus familias nos recuerdan y reclaman, al conjunto de la sociedad y a los poderes públicos en particular, que tomen conciencia de su situación y que adoptemos medidas transformadoras.
Nos piden que, entre todos, consigamos la igualdad de trato y de oportunidades, la equidad, el acceso a los mismos lugares que los demás y el derecho a ser incluidos en la comunidad. Nos piden que acabemos con las discriminaciones de cualquier índole que sufren con frecuencia.
Este año, con motivo de la celebración, el 3 de diciembre, del Día internacional y europeo de las personas con discapacidad, este colectivo hace hincapié en la Educación. En conseguir una educación inclusiva, de forma real y efectiva, remarcan, en los diversos manifiestos de las organizaciones que los agrupan.
Es decir, si queremos disponer de sistemas educativos que sean inclusivos, que respondan al derecho a una educación fundada en la igualdad de oportunidades y la no discriminación, se debe ofrecer una educación de calidad a todos los ciudadanos, con independencia de su condición. Para ello habrá que proporcionar los recursos –económicos, humanos, educativos, técnicos y tecnológicos- necesarios.
El primer y fundamental recurso es la formación del profesorado –tanto inicial como continua-. Los profesores deben atender necesidades diversas, para lo que deben conocer y aprender cómo deben desempeñar adecuadamente su tarea, según la diversidad de sus alumnos.
Una condición, necesaria para mejorar el sistema educativo, corresponde al conjunto de la sociedad y es la de acabar con los estereotipos y promover la sensibilización y tolerancia hacia las personas con discapacidad. Todavía oí recientemente aquello de “Se me quedó una cara de subnormal!”. En fin, sin comentarios.
Un día como el de hoy nos sirve para reflexionar, porque todos podemos hacer algo para mejorar la situación de las personas con discapacidad: ser más tolerantes, más sensibles a sus necesidades, más comprensivos, más consecuentes.
Y recordar que cualquiera de nosotros estamos expuestos a contraer alguna enfermedad, a que nuestra movilidad quede reducida o a adquirir alguna situación que nos discapacita de algún modo. También podemos convertirnos en personas con discapacidad.
Josep Arenas
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