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Josep Arenas / Comunicación Social

Menos matrimonios y la mayoría, civiles

El número total de matrimonios celebrados disminuyó, en el año 2009, respecto al de los años anteriores. Entre dichas bodas, el número de las que se celebraron mediante ceremonia civil fue ya superior al de las que lo hicieron por la Iglesia.

Tomando como muestra lo que sucede en Galicia y en Cataluña, observamos como el número de celebraciones ha disminuido respecto del año anterior, en ambas nacionalidades. En la comunidad atlántica, se celebraron 9.559 bodas en 2009, lo que representó una disminución del 12 % respecto de las registradas en el año anterior o, lo que es lo mismo, disminuyó en 1.308 el número de enlaces en un año. La misma tónica se produce en la comunidad mediterránea, dónde la disminución respecto del año anterior fue del 9,5%, habiéndose celebrado 27.504 bodas en 2009, frente a las 30.400 de 2008.

Tendríamos que remontarnos a la década de los años cincuenta para encontrar un número de bodas tan bajo en ambas comunidades, atendiéndonos a los datos ofrecidos por el Instituto Galego de Estatística (Ige) y el Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat). Y eso teniendo en cuenta que la población ha venido creciendo desde entonces.

El dato se explica en un contexto en el que la crisis económica se superpone a la crisis de la familia en su fórmula convencional, aunque prevalezcan formas de convivencia distintas. 

A este cambio de tendencia hay que añadir otro. Las bodas civiles han pasado a ser mayoritarias. En Galicia, por primera vez, fueron más las parejas que pasaron por el juzgado o por la Casa consistorial, el 51,8%, que aquellas que se casaron por la iglesia católica, el 47,2%, o por otros ritos, en 2009. En Cataluña el número de bodas por lo civil lleva un liderazgo consolidado, con un 73,9%, frente al 25,4% de bodas católicas, en 2009.

En cuanto a matrimonios entre personas del mismo sexo, el año pasado se celebraron 891 en Cataluña y 74 en Galicia en 2008, lo que equivale a un 3,2 % y a un 0,7%, respectivamente, del total de las bodas celebradas, según los últimos datos publicados.

Hay quien considera que las ceremonias civiles resultan más asequibles y se adaptan mejor a las posibilidades económicas de muchas personas. También hay quienes aseguran que se trata de una manifestación del laicismo creciente en nuestras sociedades. Otros piensan que se trata del rechazo a la "cultura del deber". Quizá sea un reflejo de los impedimentos que la coyuntura económica comporta.

Las hipótesis sobre estos cambios de tendencia son diversas. Los datos son elocuentes.

Josep Arenas

 

 

1 comentario

Violeta -

La diferencia entre los datos entre dos comunidades autonómicas tan alejadas en muchos sentidos, es curiosa. Sin embargo en mayor o menor grado, la dirección tomada es la misma. Esperemos que, al menos, la sociedad se dirija hacia una forma de establecer relaciones más adulta y auténtica, independientemente de la forma en que se formalice ese compromiso.
Este artículo da lugar a muchas reflexiones y deja abiertas distintas puertas y planteamientos. Como siempre se viene haciendo en este blog, los artículos ayudan a plantearse cuestiones de actualidad, interpretando datos que se convierten en todo un estudio sociológico, lo que es de agradecer. ;))