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Josep Arenas / Comunicación Social

Apoyo a los parados, cuestión de vida

Comentábamos ayer con unas amigas, Pencha y Adri, que la violencia de género, que tantas muertes ha causado, viene siendo un reflejo de la hipocresía política en la que estamos inmersos. Decía Pencha que si se pusieran más recursos en evitar estas muertes, se podrían y se deberían salvar las vidas de muchas mujeres víctimas de la violencia machista. Minutos de silencio, condenas públicas, declaraciones de duelo oficial. Pero insuficientes medidas preventivas, judiciales y policiales, de apoyo psicológico, social y económico a las posibles víctimas, de alejamiento de los presuntos agresores. Resultado: 67 mujeres asesinadas en 2011, 85 en 2010, 68 en 2009, 84 en 2008… y 12 en lo que va de este año 12.

La prueba de que es necesaria una política activa de prevención la tenemos en los accidentes circulación. Desde que los accidentes de tráfico fueron considerados como un grave problema político hemos conseguido un gran avance al ser reducidos a más de la mitad en una década con políticas de prevención. El número de víctimas mortales en carretera fue en 2011 de 1.480. Mucho menos de la mitad de las 4.067 que fallecieron en carretera diez años antes, en 2001, o muchísimas menos de las 5.035 víctimas mortales ocurridas en el año olímpico de 1992.

Las víctimas mortales que está creando el creciente paro en España deberían conocerse, como primer paso para tomar medidas para evitarlas. Cada año se publican estadísticas sobre el número de muertes por suicidio. Pero por el momento desconocemos cuantas personas se suicidan por causas vinculadas directamente a su situación de paro. En Francia, el profesor de medicina legal Michel Debout, especialista en suicidios, ha publicado una investigación en la que demuestra que entre finales de 2008 y 2011, periodo en el que el país vecino alcanzó los 6,48 M de parados, hubo 759 suicidios directamente vinculados a este aumento. En España el número de personas en paro ha sobrepasado a cinco millones, como sabemos.

La diferencia con Francia está en que en España no conocemos cual es el número de suicidios directamente relacionados con las situaciones de paro. Entre las medidas prioritarias recomendadas para evitar los suicidios se suelen destacar: 1. La formación de los profesionales sanitarios, 2. Restringir el acceso a los principales métodos suicidas, 3. Fomentar la concienciación sobre este problema, 4.Implementar medidas para reducir factores de riesgo asociados a comportamientos suicidas, como alcoholismo, drogadicción, depresión y estrés, y, 5. Dar un soporte adecuado a personas con tentativas suicidas o que se hayan visto afectadas por ellas.

Nos referimos en el post anterior a la necesidad de dar apoyo y formación a los parados en el camino de encontrar empleo. Hoy nos preguntamos ¿qué están haciendo los poderes públicos para atender a las víctimas potenciales de suicidio en situación de paro?, ¿Cuál es el apoyo médico, social y psicológico que ofrecen? ¿Cuántas personas tienen que vivir cada nuevo día con la sensación de fracaso social, sin ver el final del túnel y sin apoyo social y psicológico, ofrecido por los poderes públicos?

Las autoridades deben conocer estas situaciones, ofrecernos los datos de este fracaso social y tomar medidas. En Francia, por lo menos ya saben qué es lo que está pasando. Aquí, no. El ejemplo de la reducción de los accidentes de tráfico que ha dado resultados positivos tras conocer los datos y tomar medidas preventivas, debe tenerse en cuenta.

Son cuestiones de vida o muerte.

Josep Arenas

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