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Josep Arenas / Comunicación Social

Mentiras, verdades y pacto social

Una profunda indignación se extiende por el país por las mentiras y la falta de credibilidad del gobierno sobre el rescate, la situación económica y el inmediato futuro de nuestro tejido social y económico.

A falta de un liderazgo creíble por las alturas, resultan reveladores y relevantes los datos que proceden de lo más humilde de nuestra sociedad. Nos los ofrece la organización no gubernamental católica Cáritas, a la que muchos ayuntamientos le han trasladado la resolución de problemas en la cobertura de los servicios y las necesidades básicas de los ciudadanos.

Sabemos que la pobreza crece y se cronifica a causa de la crisis económica y que afecta cada vez más a la infancia, de manera que las familias, que se encuentran si trabajo y sin ingresos y ya sin ahorros, han llevado a la oenegé a preparar desayunos para servirlos a los niños por la mañana antes de ir a la escuela, porque en su casa no pueden asumirlo. Es un ejemplo de que la pobreza severa se agrava, a la vez que aumentan las personas de clase media que piden ayuda a la entidad solidaria.

Los principales ejes a los que la nueva realidad social le está llevando son: 1) Actuar sobre la pobreza hereditaria que padecen los niños, en familias que carecen de recursos básicos como alimentación o vestido; 2) Prevenir la exclusión social por la pérdida de la vivienda, para lo que ha creado una servicio de mediación entre personas con hipoteca o que viven de alquiler y que ya no poden pagar y entidades financieras o propietarios ; 3) Ayudar en la búsqueda de trabajo, sobre todo a los jóvenes.

Es innegable la autoridad que tienen distintas organizaciones sociales –como Caritas de Barcelona o de Santiago de Compostela- porque se dirigen a ciudadanos concretos a los que ofrecen solidaridad como algo útil y real.

Una autoridad que los ciudadanos echan de menos en el ámbito político y económico para conseguir un pacto social que permita el rescate de los ciudadanos que se encuentran en las situaciones de pobreza por las que tienen que acudir a Cáritas u otras entidades solidarias.

Un pacto social cuya factura seguramente sería inferior a cien mil millones de euros.

Josep Arenas

En twitter: @joseparenas

2 comentarios

Josep -

Efectivamente. De eso se trata. Pero no es lo que está sucediendo. Algún ayuntamineto ha manifestado abiertamente que le traslada SU responsabilidad a Cáritas. Los poderes públicos deberían priorizar el "rescate" de los más necesitados.

conciencia de lo público -

está muy bien valorar lo que la sociedad civil hace en materia d solidaridad , pero para algunos son los poderes públicos ( ayuntamientos ) quienes deben realizar politica social y no dejarlo ne manos de asociaciones como cáritas se trata de no reducir presupuesto en materia de politicas activas de empleo ysociales públicas y no trasladar a las organizaciones lo que debe ser obligación de los entes públicos .