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Josep Arenas / Comunicación Social

Cambio de paradigma

“Hay que diseñar políticas para promover el empleo y el crecimiento”. Y “para garantizar la igualdad, la eficiencia y la inclusión”. ”Es esencial reformar la fiscalidad”. “Es necesario que se pague en la medida justa y se reciba el apoyo necesario”· Son algunas de las afirmaciones del secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, OCDE, Ángel Gurría, a propósito de la publicación de un estudio que constata como España se ha convertido en el país líder mundial en el crecimiento de la desigualdad, en cuanto a recursos disponibles por familia, que analiza el periodo 2007-2010.

Subrayo, de cuanto ha dicho, lo de que cada persona “reciba el apoyo necesario”. Éste es probablemente el objetivo primordial de todo sistema de servicios sociales. Nada fácil de conseguir. Casi, una utopía. Pero no imposible. Para que cualquier persona pueda recibir el apoyo necesario hay que conocer bien sus necesidades: sus necesidades reales y sus necesidades sentidas.

Pienso, por ejemplo, que  solemos referirnos al envejecimiento de la población como si fuera una previsión demográfica para las próximas décadas. Pero, no. El envejecimiento es ya una realidad. Por lo tanto, todo lo que hagamos para fomentar la autonomía y el desarrollo de la persona de edad avanzada, de su calidad de vida, su salud y su desarrollo, apuntará a la diana en cuyo centro está el objetivo de: “recibir el apoyo necesario”.

Hablamos de “envejecimiento activo” y de “participación de la ciudadanía”: las personas mayores son un colectivo social muy heterogéneo. Por lo tanto con necesidades sentidas muy diversas. No cabe duda de que el papel de las tecnologías de la información y la comunicación en la vida cotidiana de las personas mayores o con grandes discapacidades puede ser capital, si tenemos en cuenta que ya existen dispositivos tecnológicos que permiten a las personas interactuar con los aparatos de su hogar: la calefacción, el televisor o la lavadora. Son avances que a algunos les aportarán soluciones prácticas en la vida cotidiana. A otros, ni fu ni fa.

Por lo tanto no van a ser solamente las tecnologías las que van a cubrir las necesidades. Desde luego. Debe progresar la investigación en fármacos que permitan superar enfermedades neurodegenerativas -como el alzheimer o el parkinson- que tantos costes personales, sociales y familiares comportan. Y, sobre todo, es necesario que promovamos las relaciones sociales y el desarrollo de la actividad cerebral, alimentando también los recuerdos de las peronas mayores, y ejercitando un estilo de vida saludable.

En un contexto, en el que crece la desigualdad y el envejecimiento de la población, no nos cabe otro camino que adaptarnos a esa realidad para abordar las necesidades reales, si pretendemos que cada uno “reciba el apoyo necesario”. Una realidad que exige "reformar la fiscalidad" y "que se pague en la medida justa". A eso, los sociólogos le llamarán: “cambio de paradigma”.

Josep Arenas

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