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Josep Arenas / Comunicación Social

Aquí no pasa nada

Se acerca la Navidad. Los días de mayor consumo. Ara ve Nadal, / matarem el gall / i a la tia Pepa / li’n donarem un tall. Mataremos el gallo, canta el villancico.

Me he preguntado cuántas familias pueden comer pollo, carne o pescado -si no gallo-, por lo menos un par de días por semana. Y, pueden sufragar la calefacción de su vivienda, a la vez que se hacen cargo de los gastos de hipoteca, alquiler y recibos habituales, incluidos los gastos imprevistos, mientras tienen y mantienen su automóvil, su televisor, su teléfono y lavadora. Las familias que cumplen estas condiciones formarían parte de la clase media y escaparían de la pobreza, según los expertos.

Pues bien, las familias tienen más dificultades para llegar a fin de mes ahora que cinco años atrás. Sólo un 52,1% asegura que llegan a final de mes “con cierta facilidad”. En 2008 el grueso de la ciudadanía que iba tirando era del 56,3%. O sea que se ha reducido en un 4,2%. De manera que, actualmente, el 16,9% de las familias llega a final de mes “con mucha dificultad”, el 19,7%, “con dificultad”, mientras que el 28,3% lo hacen “con cierta dificultad”. Los datos los he hallado en la  Encuesta de condiciones de vida 2013, del INE.

A pesar de los cantos de sirena sobre la marcha de la economía, el paro sigue por encima del 26%, se ha producido una devaluación interna y está aumentando escandalosamente el precio de suministros básicos como el gas o la electricidad.

Durante bastante tiempo continuaremos siendo más pobres, nuestros jóvenes seguirán emigrando a Alemania, tendremos que pagar parte de los servicios públicos que hasta ahora eran gratuitos y deberemos ahorrar más si queremos tener una pensión digna para la jubilación.

Pero aquí no pasa nada. La economía va bien. Banqueros y políticos desfilan por los juzgados declarando que no son responsables de nada. Y hasta el desastre del Prestige queda en la impunidad. Llega la Navidad. Fum, fum, fum.

JAP

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